Franklin Brito...¡¡Inmortal..!!!

FRANKLIN BRITO…¡¡inmortal!!
Era de esperarse ¡Perdónales Señor, porque no saben lo que hacen!; Como Cristo durante su tentación, pasión y muerte en la cruz….Pareciera ser el camino hacia la grandeza, hacia lo imperecedero..Para luego volver, resucitado, triunfante y lleno de luz para iluminar con firmeza nuestro camino hacia el triunfo definitivo del bien sobre el mal...Esta es la lección que nos transmite nuestro PADRE por vía de su HIJO PREDILECTO y ahora por vía de nuestro hermano FRANKLIN...Cojamos la seña...JESUS VIVE...Todo es vanidad, no hay humillación que valga, no hay persecución que sirva...No existe la insolencia, la prepotencia...Mientras tengamos presente siempre nuestra FE y convicciones..A la familia, gracias por haberlo cuidado, por sus dedicaciones a favor de este santo...Serán retribuidos y volverán a su encuentro, es una promesa, está escrito...Sus hijos serán benditos...Y a la sociedad venezolana, tengámoslo como ¡GRAN EJEMPLO! Por nosotros, ruega, FRANKLIN; y a los funcionarios responsables del gobierno ¡QUE DIOS LOS PERDONE!
Franklin Brito en una nueva víctima de la violencia que vivimos de manera inmerecida, pero esta violencia, es la más letal de todas: La VIOLENCIA POLITICA, porque pretende acabar primero con la moral de las víctimas, con su familia, para luego... enterrar sus cuerpos... En este caso, se equivocaron, les salió el tiro por la culata...SE ENCONTRARON CON UN HOMBRE especie rara en este país..Pero lo hallaron. No fue servil, no pudieron sobornarlo, no hubo beca ni misión, ni pudieron doblegarlo...Lo mataron pero está vivo...Resucitará seguro y les hará ver y tragar el tamaño de sus maldades...No tienen excusas. Quedaron al descubierto...Se portaron como vulgares delincuentes, insensatos, inhumanos o quizás más; estamos tristes y no lo podemos esconder, pero fortalecidos de ánimo como está escrito "Porque no nos ha dado DIOS un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2da Tmteo, 7). Seguiremos bajo de estas luces...

Pablo Gerson Hernández